viernes, 4 de mayo de 2012

ANGÉLICA

Aquí os dejo uno de los microrrelatos que he escrito:
   

            En El Bonillo me contaron de ti. Fue en una conversación casual con un desconocido, una fría tarde de invierno en un bar cercano a la Iglesia de Santa Catalina.
Mi año sabático me había permitido viajar sin preocuparme del tiempo transcurrido, buscando la  inspiración que había perdido entre las cuatro paredes de mi despacho de profesor universitario. Y fue al escuchar tu nombre, Angélica, cuando el aprendiz de Poe que últimamente guiaba mis pasos quiso que buscase tu historia en la soledad de una tierra extraña, antiguo dominio de Templarios.
Y busqué en las estancias de la casona encantada tu figura furtiva, pero no la encontré. Busqué en el frío de la noche tu respirar, pero no lo sentí. Solo me encontré a mi mismo, con el corazón ajado por el desaliento, como un muñeco perdido en busca de su dueña, pero no me encontraste.
Pasé los días del invierno paseando mi alma por las habitaciones solitarias de la que fue tu casa, esquivando la alargada sombra del ciprés que me acechaba, obsesionado con verte. Pero solo te encontré en mis escritos. Hasta la noche en que tu beso helado rozó mis labios y te acompañé para siempre.

2 comentarios:

  1. Pues a mi me ha gustado mucho tu relato Pilar. Enhorabuena.

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    1. ¡Muchas gracias, Miguel Ángel! Comentarios así me animan a seguir escribiendo.
      Saludos

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