viernes, 19 de octubre de 2012

La cesta de la compra



Mi marido dice que cada vez tardo más en hacer la compra, y no le falta razón. Cada vez que voy al supermercado, cojo mi bolsa (ahora te cobran por las bolsas de plástico con la excusa de que es por el medio ambiente), mi lista de la compra y me imbuyo en la personalidad de Miss Marple. Busco los productos que he apuntado en mi lista y, además de comprobar el precio por kilo o por litro de varias marcas (la crisis hace que se mire por cada euro del monedero), me entrego a descifrar la nanoescritura de la etiqueta en la que me informan de la composición de los alimentos. He pensado incluir una lupa entre mis útiles para hacer la compra. Sí, sí, de esas grandes que todo lo magnifican y que me facilitarán sobremanera mi elección.
En los últimos días, además, he leído algún que otro estudio sobre alimentos y crece mi preocupación por momentos. Me asombra uno de los últimos, sobre el  pimentón, realizado por la OCU. En alguna de las marcas han detectado hasta veintitrés pesticidas… ¿Qué efecto tienen sobre nuestro cuerpo? ¿Los eliminamos con la orina o se quedan como inquilinos molestos? Y qué decir de los componentes y colorantes de muchas de las chucherías que les damos a los niños, ¿cómo les puede afectar en un futuro?
Hoy que estamos celebrando el Día Mundial contra el Cáncer de Mama y en el que teorizamos por una futura vacuna, ¿no sería un gran paso conseguir alimentos más sanos?