domingo, 29 de abril de 2012

ÍTACA, de Constantino Cavafis (1863-1933)

Hoy he escuchado este poema en un programa de radio. Me pareció que respondía muy bien al propósito de mi blog. Emprender un viaje en el que no importe el tiempo empleado, sino lo que vayamos adquiriendo en el camino: las sensaciones, los sonidos, las palabras, los colores, las imágenes... Todo lo que nos enriquece personalmente. 
Como complemento, la interpretación del poema en la voz de Lluis Llach. 
Espero que os guste y que lo disfrutéis.


 


Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
no temas a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni al colérico Posidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Posidón encontrarás,
si no lo llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu pensamiento.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.









1 comentario:

  1. ¡¡¡Este es "mi poema"!!! siempre le tengo en mi mente... me encanta.

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